Cuidado en la acera

Uno de los riesgos de caminar en Caracas es  la cantidad de huecos. Hasta hace un tiempo, por una de las calles que frecuento había un hueco de no muy gran diámetro pero sí profundo, como mandado a hacer para meter el pie y lesionarse. Estaba justamente en el rayado peatonal.

Sin embargo son las aceras -justamente la zona natural para el tránsito peatonal- las que suelen estar plagadas de peligrosas ausencias: cuando no faltan tapas de alcantarillas, hay en ellas oquedades por corrosión. Llegan a parecer quebradizas galletas de soda esperando para romperse.

Esta tarde me tocó caminar de regreso a casa. Aquí les dejo una muestra de lo que vi en el camino

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